Compañero egresado de la Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas de la Universidad de Chile; Hoy Escuela de Gobierno & Gestión Pública; militante del Partido Socialista, fue detenido alrededor de las 21:00 hrs. del 17 de enero de 1976, en Providencia con Antonio Varas, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) con destino a Villa Grimaldi, recinto secreto de reclusión y tortura. Al llegar, lo llevaron hasta la sala de interrogatorios, en donde estaría junto a otros 15 detenidos, entre ellos Iván Parvex, Jaime Solari, Oscar Patricio Orellana, Alejandro Avalos, José Ramón Ascencio, y Carlos Raúl González.
Una noche, Boettiger fue llevado al sector denominado "La Torre" para ser interrogado por un equipo especial que se encargaba de los socialistas. Estuvieron interrogando y torturando durante toda esa noche aplicándole corriente y golpes. Alrededor de las 6:00 de la mañana, se retiraron, dejando al afectado amarrado a la "parrilla", catre de metal al que se ataba a la víctima desnuda para aplicarle electricidad en distintas partes del cuerpo. Cuando comenzó a quejarse, los compañeros Orellana y Avalos se acercaron para ayudarle en lo posible; Boettiger señaló que le dolía mucho el pecho y que le costaba respirar. Lo ayudaron a orinar y se negaron a darle agua puesto que ello resultaba fatal después de la "parrilla".
Momentos después los interrogadores volvieron con un médico, el que examinó a Boettiger. A pesar del estado en que se encontraba la víctima, los interrogatorios continuaron hasta más o menos las 14:00 horas. A esa hora, los agentes llamaron nuevamente al médico, puesto que el detenido no respiraba ni se quejaba. El médico, después de examinarlo, recriminó a los agentes en el sentido de que no habían hecho bien el trabajo, diciéndoles que "se les había ido". Se produjo entonces un intercambio de opiniones y después un silencio. Al rato la guardia sacó de "La Torre" a los demás detenidos. Los llevaron hacia el sector del baño en donde los mantuvieron por un largo rato y les dieron cigarrillos. Cuando fueron devueltos, a la entrada del lugar había huellas de neumáticos de un vehículo y algo se estaba quemando en el fogón, que permanecía siempre en ese lugar. Al ser introducidos en el recinto, la parrilla estaba desocupada y Octavio Boettiger había desaparecido.
Pese a las innumerables gestiones realizadas por sus familiares, jamás se ha podido conocer nuevos antecedentes sobre la suerte de Octavio Boettiger Vera. En memoria a tan destacada labor, es que nuestro Observatorio Político lleva su nombre.
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